Hay que tener mucho cuidado con lo que decimos o escuchamos... Si los mensajes no son nutritivos o constructivos pueden dejar secuela en los otros, y no es porque una persona sea más sensible que otra, sino porque si un mismo mensaje es repetido constantemente, llega un momento que no sólo el inconsciente se lo cree sino pasa a ser parte de tu mentira personal y, lo aceptas como parte de tu verdad.
Los niños entre 0 a 7 años, son una esponja y absorben conocimientos, frases, amor, comportamientos y todo lo que ven, escuchan y hacen sus padres, hermanos, maestro y su entorno! Si constantemente se le dice que es fe@, brut@, que no puede, que no sirve, etc. por lo general una parte de él se lo va a creer y, dependiendo de la fuerza del mensaje y del receptor, puede llegar a ser en la vida adulta todo lo que esos mensajes le indicaban; o tal vez, al comenzar una tarea las vocecitas internas lo saboteen o necesite un momento para agarrar el impulso y seguir.
Es cierto que muchas veces ese tipo de mensajes es parte de bromas o juegos entre chiquillos, por eso es importante una vez acabado el episodio, recalcar las cosas positivas que tiene la otra persona. Es necesario criar con amor, enseñar con respeto y ver las cualidades del otro, porque nadie es perfecto y si nos enfocamos siempre en lo malo, vamos a llegar a la descalificación y a formar adultos inseguros, que a su vez sin quererlo, copiaran esa crianza ( porque es la única que conocen) y comenzará el ciclo nuevamente. Da amor, respeto, comprensión, acepta al otro como es y acéptate con tus virtudes y defectos.

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