martes, 1 de noviembre de 2016

Merecer...



Cuando hablamos de merecimiento, lo primero que se le viene a la cabeza a la mayoría de las personas, son las cosas materiales. Yo merezco comer X cosa, yo merezco una casa en tal lugar, yo merezco una pareja con x características...y no está mal, sin embargo, el merecer es mucho más amplio.


En un mundo tan convulsionado, dónde los principios y valores se han perdido en gran medida, dónde el respeto y el amor se pisotean sin cesar, dónde el fanatismo a la religión, a un partido político, a lo externo, a la belleza y a lo material muchas veces es el principio fundamental de la vida de las personas, siento que son éstos y muchos valores perdidos, parte de la esencia que todos merecemos.


Merecemos respeto a nuestras vidas, a nuestros sentimientos y pensamientos, a ser quienes somos sin el juicio moral de los demás; merecemos valorar a nuestras familias y amigos y no existir sólo para favores o llenar sus expectativas; merecemos respeto, consideración, igualdad, fraternidad; merecemos tiempo de calidad, tiempo de disfrute, tiempo para jugar y descansar; merecemos trabajos bien remunerados, oportunidades para todos; merecemos agua, luz, medicinas y comida en cada hogar del planeta; merecemos niños que crezcan sanos, risueños, felices, con figuras nutritivas y amorosas; merecemos paz y pensamientos positivos...y claro merecemos casas, yates, vacaciones, carros y todo lo material que nos pueda llenar y ayudarnos a crecer sin hacerle daño a nadie y sin pisotear al prójimo...porque aunque tengamos oportunidades diferentes. ..¡todos somos seres humanos!


Por ello, puedo decir, que hay un merecimiento individual (para tus prioridades de bienestar a corto mediano o largo plazo) y un merecimiento colectivo, para el bienestar general de la población que somos parte...necesitamos elevar los valores, el respeto y el amor para poder evolucionar y ser cada día más humanos.

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